viernes, 7 de noviembre de 2008

Huellas

Me pregunto si en verdad me debería preocupa la relación que tienen con Dios mis amigos, mis hermanos o mis allegados. Pero en realidad mi papel simplemente es no ser una pidra de tropiezo para ellos.
Nose que pasa con mis conocidos, y los llamo conocidos porque en realidad hace mucho que perdí contacto cercano con aquellas personas con las que crecí en mi niñez, la última vez que los vi fue hace un año y en vdd nunca vuelve a ser igual las cosas, tal vez es un motivo de nostalgia pero eso también ya pasó. Y lo más lamentable es que de los tantos solo una amiga a seguido adelante con este asunto de la iglesia. Y me vuelvo a pregunta, ¿me deberían importar y preocupar sus vidas?.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que si deben preocuparnos nuestros amigos, pero al fin y al cabo es decisión propia, ¿no crees?, sólo resta orar por ellos y Dios hará lo que deba hacer en sus corazones :)

carsec dijo...

Yeyin yo también tengo esa duda, porque siempre quiero estar al tanto de todo jeje y cuando pienso en que tal estará la relación que tienen con Dios los amigos que ya no veo, me siento impotente, pienso que solo resta orar por ellos, y como tu dices, no ser piedra de tropiezo.

figne alberto dijo...

Y ¿crees que tu preocupación hará algo por ellos, que la sola angustia emitirá ondas benignas hasta conmoverlos?
Tal vez sí; el problema es que la nostalgia que nos ocasionan nos duele, ¡pero a ellos no! Eso no suena muy justo.
Bueno, el justo medio: orar por ellos, intentar alcanzarlos (cuando se pongan al alcance) pero luego canalizar la energía en bien de los que tenemos cerca y a punta de bienhacer y de amarlos lograr que al menos les cueste trabajo y la piensen antes de alejarse.